Reflexión
El monopatín, además de una diversión, deporte para algunos, modo de vida para otros y tantas otras cosas mas, es cultura, y como tal tiene, su propia historia, con sus personajes ilustres, sus años dorados y sus malas épocas. Pero ahí esta, indemne al paso del tiempo, se reinventa a cada segundo en cualquier parte del mundo. En diferentes lugares y durante algunos años casi desapareció, actualmente esta consolidado como un movimiento mundial que no deja de mutar y afirmarse, algo casi imposible de definir, pero que yo entiendo como arte. En lo meramente relativo, a el acto de patinar sobre cualquier tabla, en cualquiera de sus variantes, lo que se busca es la belleza en el movimiento, incluso en modalidades como el Speedboard, en la que solo parece importar cuan rápido seamos, también la velocidad conduce a la belleza, la de ser el mas veloz, ágil y astuto como un animal depredador en su búsqueda del alimento, en su caso, material, en el nuestro espiritual. ¿os habéis parado a pensar alguna vez en por que patinamos? Por que nos gusta, evidentemente, ¿pero, de donde viene esa sensación de placer? Yo creo, desde que me encontré a solas con esta pregunta, que el motivo es el mismo que empuja a cualquier artista convencional a hacer lo que hace, la búsqueda de la belleza, para rescatarla del fondo de su propia alma y mostrarla a los demás como un farol en el camino de la larga noche, del dolor y en consecuencia, de la vida. Para sentir la sangre en las venas y la vida misma, para eso...
Patinas, luego existes...
Soul Skater
Desde ahora, mi nueva identidad, Dummie, ha muerto.
Esta es una reflexión inspirada por la lectura y maduración de los pensamientos generados a consecuencia de:
Los 7 Niveles.
Una guía para la espiritualidad en
el surf.
The Lonely Mind, nº1
Fuente:www.crowmountain.net/surfing/7_l
evels.html
